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Rodar con niños

Antonio Chavarrías nos cuenta cómo está siendo la experiencia de rodar con niños en Dictado.


En las secuencias rodadas en la escuela hemos contado con la ayuda de maestros de escuela que interpretaban su propio papel, ellos han marcado las pautas de comportamiento de Juan y Bárbara, les han llevado casi sin que se diesen cuenta delante de una pizarra para explicar un problema matemático o a atender a un niño que se había hecho daño en el patio. Ellos han ayudado a crear el clima veraz y vital que se respira en cada toma.  Desde aquí mi agradecimiento a todos ellos, en especial a los maestros de la escola Solc que con tanta generosidad nos han ofrecido su tiempo y su entusiasmo.
  
Las secuencias en el patio del colegio se han rodado dando plena libertad a niños y maestros. Los niños jugaban ignorando la cámara que paseaba entre ellos siguiendo a unos actores que hilvanaban sus diálogos de una forma improvisada.  Dentro de ese caos un grupo de niñas de unos 6 o 7 años jugaban a la gallinita ciega siguiendo su propia iniciativa.  En medio del alboroto, los gritos y las carreras, una niña, en silencio, a ciegas, con pasos inseguros y las manos abiertas por delante, palpaba el aire intentando atrapar algo que siempre se le escapaba. 
Respiré tranquilo cuando al día siguiente vi la imagen rodada, sin adulterar, perturbadora, secretamente relacionada con la Julia de la película.

Mágica es "Julia" en Dictado

Antonio Chavarrías nos cuenta cómo es trabajar con Mágica Pérez, la joven protagonista de Dictado que encarna a "Julia".

Mágica tiene el don de la verdad.  Entiende rápidamente lo que se le pide pero también quiere saber porqué se le pide, quiere tener razones para expresar un determinando sentimiento.  Necesita dar contenido a sus actos. Mágica tiene 7 años.
  
Rodar con niños me ha acercado a un sueño: que el actor se olvide de si mismo y se limite a vivir en otro escenario.  Para un adulto no es nada fácil, sobre todo si es actor, un buen actor, es difícil no observarse, no juzgarse, el director tampoco ayuda, porque juzga y observa y el actor lo sabe.  Viendo actuar a un niño se rompe a veces la frontera entre el personaje y el actor, no sabes donde está cada cual y eso es extraordinario.