Al ver las imágenes que rodamos a veces imagino una música que llega del pasado y de la infancia, como un villancico. Tiene algo de cascabeles y voces blancas, transmite una alegría que puede ser melancólica e incluso algo triste, como un tema de Satie.
Es un camino que puede llevar a la ternura pero que también puede deslizarse hacia el horror.
Antonio Chavarrías